“72% de los CEO’s creen que los próximos 3 años pueden ser críticos para su industria”, Jane Hart, fundadora del Centre for Learning & Performance Technologies¹.
Los gestores de formación y desempeño en las organizaciones tienen un reto muy grande, porque la formación organizacional ya no es monótona ni estacional, sino que debe estar orientada al aprendizaje continuo de los colaboradores.
Las empresas, cada vez deben estar más seguras de la importancia del rol de los gestores de capacitación. Ellos deben ser los encargados de promover una cultura de formación basada en buenas prácticas colaborativas, ambientes seguros para el aprendizaje, comunidades de práctica confiables, transferencia de conocimiento eficiente y una curación de contenidos completa.
En este artículo nos vamos a centrar en la curación de contenidos, estrategia para mantener a las organizaciones seguras de lo que están haciendo y lo que el mercado necesita. Y si quieres, lo hacemos por ti.
La curación de contenidos, una revolución del aprendizaje
La curación de contenidos ayuda al colaborador y al profesional en formación a desarrollar habilidades de análisis crítico y analítico, así como a descubrir y utilizar nuevas herramientas de búsqueda, para organizar y darle sentido al conocimiento que tenemos disponible.
Aprendemos un día, nos acordamos los siguientes 3 y después olvidamos
Una desmotivación a la hora de aprender o enseñar, es que los colaboradores y aliados completan el plan de aprendizaje, pero al poco tiempo se olvidan de lo aprendido, siendo la primera señal de que la cultura de formación está fallando.
Para evitar esto, se deben crear ambientes de aprendizaje seguros, que faciliten la transferencia de conocimiento. La curación de contenidos es una buena forma de comenzar:
Encuentra el mejor contenido, de fuentes externas confiables, evalúalas y compártelas con la audiencia que más lo necesita: crea o participa en comunidades de práctica.
Agrega valor a los contenidos con comentarios adicionales, o dando contexto: promueve la interacción entre colaboradores.
Refuerza y mantén relevantes las habilidades y competencias que tienen a tus colaboradores competitivos y mejoran su oportunidad de éxito: fomenta la capacidad de adaptación.
No pienses en formación tradicional, sino en aprendizaje continuo: busca hasta que encuentres lo que hace la diferencia.
Si dejamos estas prácticas a un lado, corremos el riesgo de volvernos obsoletos, mucho más rápido que antes.
El poder de las comunidades de práctica y la colaboración
En el modelo “Seek > Sense > Share” (buscar, sentir, compartir), Harold Jarche, consultor de colaboración, propone que todos los colaboradores de una organización tienen un rol dentro del proceso de curación de contenidos. Cada uno debe aportar conocimiento buscando, sintiendo (su relevancia), y compartiendo contenidos que van desde anuncios de la competencia hasta casos de estudio.
Entiendo, pero ¿quiénes pueden hacerlo?
Como ya vimos, la curación de contenidos es amplia y requiere más de un artículo para explicarla, pero ya hablamos de las habilidades necesarias para comenzar a encontrar, filtrar, clasificar, simplificar, compartir y agregar valor.
David Kelly, Vicepresidente Senior y Director ejecutivo de The eLearning Guild, habla de 6 formas en las que un curador de contenido complementa el aprendizaje:
Busca y reúne contenido.
Identifica los contenidos más relevantes e importantes.
Identifica y resalta las tendencias más significativas.
Produce nuevos puntos de vista a partir del contenido curado.
Proporciona contenido cronológico, para saber su evolución.
Identifica las habilidades necesarias para ser efectivo en su labor.
10 pasos para utilizarla a tu favor
Define criterios de curación.
Define la audiencia objetivo.
Establece un punto de partida.
Busca y reúne información.
Filtra la información utilizando comunidades de práctica, siguiendo a expertos y confirmando su credibilidad.
Asegúrate de la relevancia de la información y agrega valor individualmente o en equipo.
Comparte la información adecuada, en el momento oportuno y a través de los canales apropiados.
Empodera a otros equipos para ayudar en la curación de contenidos.
Crea hábitos de curación.
Busca feedback y mantén las fuentes de información frescas y actualizadas.
Referencia:
¹Pink, A. (2017). Content curation for learning: The complete guide from anders pink.
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